¡Buenas buenas! Deseo que tengan un excelente mes de agosto. Paso por aquí para dejarles unos cuantos #DATITOSTURBO para que tomen nota y sus días sean más eficientes. Con tantos compromisos últimamente, he sido víctima “número uno” del cansancio, así que investigué sobre cómo mejorar este aspecto y quise compartirles los resultados.
El agotamiento sea físico, mental o emocional es una fatiga que te debilita y afecta tu productividad. A continuación te paso unos tips para combatirlo:
- Es importante tener una rutina de ejercicios para evitar el sedentarismo. Estar sentados todo el día detrás de un escritorio provoca que los músculos se atrofien y luego el más mínimo esfuerzo será una fuente de agotamiento. Por ello la importancia de una rutina de ejercicios ya que se desarrolla tanto la fuerza como la resistencia además de beneficiar el sistema cardiovascular. Aunque parezca contradictorio lejos de aumentar nuestro cansancio nos aporta energía por lo que, aunque el día haya sido duro, vale la pena ponerse en movimiento. Así que… ¡Baila! ¡Camina! ¡Practica un deporte! ¡Pon tu cuerpo en movimiento!
- Si eres de esas personas que se enferman con frecuencia, lo más seguro es que presentas una deficiencia de vitamina D, que además de ser una hormona, es la principal encargada de fijar el calcio en los huesos y aliada estratégica de la regulación del sistema inmune. Si te cansas muy rápido, intenta aumentar el consumo de la D y no está de más tomar un poco de sol.
- A veces nuestro cuerpo confunde agotamiento con depresión. Si te sientes irritable o ansiosa con frecuencia y estás consumiendo más azúcar y alimentos procesados de lo debido, es probable que tengas un grado leve de depresión. Corregir los hábitos alimenticios puede ser parte de la solución, pero si los síntomas persisten es mejor consultar un especialista.
- Trabajas durante las vacaciones. Estar pendiente de las cosas que ocurren en la oficina te ponen en un constante estado de alerta, ansiedad y cansancio. Te debes desconectar completamente de tus responsabilidades para que tomes un verdadero descanso, volviendo a la acción más creativo y productivo.
- Mantén tu cuerpo hidratado. La deshidratación limita los niveles de energía y contribuye con nuestro agotamiento. La recomendación de siempre: consumir al menos dos litros de agua. Esto no incluye jugos ni sodas. Claro, la hidratación está en función del peso y del clima. ¿Acaso no has sentido que cuando sientes sed y no puedes satisfacer esta necesidad, la fatiga aparece sin saber por qué?
- Te saltas el desayuno. La comida aporta la energía que nuestro cuerpo necesita, este consumo no se detiene durante el día, aun cuando dormimos. Por lo tanto es importante recargar esa energía consumida durante las horas de la noche con un buen desayuno para que afrontemos las actividades diarias con mucho entusiasmo.
- No saber decir “no”. Tratar de complacer a todos te puede llevar a gastar parte de tu energía, esa que se necesitará para lo verdaderamente importante. Cuando alguien te solicite apoyo que sobrepase tus capacidades o responsabilidades debes saber decir “no”, de manera educada pero con firmeza.
- Duerme en calidad y no cantidad. Trata de desconectarte un poco y olvidar los aparatos electrónicos al momento de irte a la cama. De esta manera podrás lograr el sueño profundo y verdaderamente descansar.
Ya saben chicos y chicas, hay varios aspectos que inciden en el agotamiento que una persona puede sentir al final de un día laborable pero el descanso es sumamente importante para que tus días rindan y te concentres en tus asuntos cotidianos. A dedicarle tiempo a nuestro sueño, al descanso del fin de semana, a vacacionar, a no asumir responsabilidades más allá de nuestras capacidades y mantenernos hidratados ya que todo ello influye en nuestra salud: física, mental o emocional.
Este blog post ha llegado a ustedes gracias a Financiera Turbo Cash, #LaDeLosPréstamosTurbo
Besos,
Sheldry
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