Gente, espero que estén terminando el mes de julio de la mejor manera y super pilas porque ya estamos en la segunda mitad del año así que lo pendiente, porque no te fue posible hacerlo o sencillamente lo has dejado para después, es hora de retomarlo. Yo me vine a Medellín por unos días para conocer el famoso Colombiamoda, que suena en Latinoamérica como el Fashion Week más grande de la región. La verdad es inmenso y muy concurrido. De salida, la ocupación hotelera en Medellín estaba casi al 100% porque se unió con la Feria de Las Flores que está por dar inicio y la final de la Copa Libertadores la cual ganó el Atlético Nacional de Medellín. Casi me quedo durmiendo en una banca en el parque porque no fue hasta un día antes de viajar a las 11:00 p.m. que encontré una habitación en el NH Collection Royal Medellín.
Y bueno, para empezar más formalmente a contarles esta pequeña aventura, estoy aquí primero porque como blogger, me gusta viajar y poder documentarlo todo en www.sheldrysaez.com; y segundo porque estaba muy interesada en recorrer la feria de Colombiamoda. Me la han recomendado mucho por ser punto de encuentro con la gente del medio, para establecer contactos y evaluar proyectos de negocio. Ha sido muy productivo. Para los que están en la misma sintonía que yo le sugiero que de presentarse la oportunidad de estar en este evento no la vayan a perder.
Sólo estoy aquí por tres días así que no me ha dado tiempo para mucho. Mi vuelo de Copa salió el miércoles 27 a las 7:30 a.m., llegué al aeropuerto encima de la hora; pero lo bueno fue que el equipo de Copa Airlines escuchó mi necesidad y urgencia, dándome una solución rápida. El vuelo me gustó mucho; como es corto, uno disfruta con más intensidad de la vista a las nubes. Nos dieron un desayuno que además delicioso, me salvó la vida porque con la prisa no tuve tiempo para comer. Les comento que venía un grupo inyectado de energía por la Copa Libertadores y se escuchaban cantos alusivos al equipo. Eso me llenó de mucho positivismo y, como mencioné en mis redes sociales, cosas como esas me hacen amar más el hecho de ser latina: nuestro sabor, corazón y picardía no lo cambio por nada, ni por un par de ojos azules y cabello naturalmente rubio, jajaja…
Llegué a Medellín y como soy muy observadora, tengo muchas cosas que contarles que me llamaron la atención, y preferí organizárselos en diferentes puntos:
- Lo primero que resalta a los ojos es la atención del colombiano. WAO, es clase A, brindan un servicio que te da ganas de seguir escuchándolos. Muy amables y siempre dispuestos a solucionar cualquier cosa.
- Camino a Medellín, que queda a una hora del aeropuerto ubicado en Río Negro, nos correspondió un taxista con una personalidad muy particular. Nos mostró desde su celular, videos de las mejores zonas de Colombia y nos fue describiendo su país. Qué lindo ver a alguien que ama a su patria más que nada y que lo demuestra. Otra cosa que me llamó mucho la atención del taxista, fue que mencionó en varias oportunidades a Pablo Escobar. Hacía bromas sobre él y comentó que dicen por ahí que “No está muerto, que está de fiesta”.
- Llegué al hotel, me organicé y me fui al Centro Comercial Oviedo para comer la famosa bandeja paisa en un restaurante muy recomendado que se llama “Hato Viejo”. La comida, muy rica, lo que más me gustó fueron los chicharrones y los fríjoles.
- De ahí me fui a Colombiamoda 2016 que se lleva a cabo en la Plaza Mayor. A pesar que el clima en Medellín es muy agradable, en la feria estaba muy caliente. La feria es tan grande que no sabes para dónde mirar, todo es muy organizado y hay miles de stands y modelos mostrando las prendas. Un hombre disfrutaría mucho porque en dichos stands te encuentras chicas de muy lindo cuerpo en ropa interior y traje de baño. Me encantó ver el movimiento que se desarrolla en este lugar. Personas de distintos países se encuentran para hacer negocios, por eso le dicen la ciudad textilera.
- Otros nombres con los que llaman a Medellín son: “La ciudad de la eterna primavera” y “La tacita de plata”. Hay una mezcla se acentos y lo pude notar porque en Colombiamoda hay personas que vienen de todos los departamentos de Colombia (como aquí le dicen) y se expresan con entonaciones diferentes.
- Cuando cambias el dólar te sientes millonario porque manejan los pesos y hablan en “millones de pesos”, jajaja; pero no, son sólo diferencias al cambio de moneda. El dólar rinde; sin embargo, como ahorita es temporada alta de turismo en Medellín, los precios también se elevan.
- Mi primera noche en Medellín, fue en el hotel y pedí cena a la habitación. La calle estaba de locos por el partido de fútbol y yo muerta de cansancio, caminar la feria agota, así que descansé temprano.
- Mi segundo día en Colombiamoda 2016, fue para seguir visitando la feria. No asistí a ninguna pasarela porque no me dio el tiempo. Para ir a las pasarelas es necesaria una invitación; no es tan sencillo verlas. Conseguí invitación para dos; sin embargo, el objetivo primordial de mi visita no era ese. Una de las cosas que más me gustó de Colombiamoda fueron los carritos de hot dogs y helados que hay afuera, las muchas áreas para sentarse a disfrutar conversando, picando algo. Se siente un ambiente muy informal y chevere con buena música, gente de todas partes a la moda y la buena energía de gente trabajadora. El costo de la entrada a la feria es de $30.00 y con el gafete que te entregan puedes visitarla todos los días, está dividida en pabellones. Puedes encontrar actividades bajo techo y al aire libre.
- Me sentí identificada con el colombiano conductor de autos porque son igual de desordenados que nosotros los panameños en ese sentido. Una locura el tráfico.
- La vida nocturna es muy activa. Anoche me fui a cenar a un restaurante delicioso que se llama “Mistura”. Luego pasé por los bares y el famoso “Parque Lleras” que es tan popular como famoso por verse en él, de todo un poco. Algo así como el Parque Unión de Chitré en plenos carnavales, jajaja.
De turismo no he podido hacer mucho; pero tengo contemplado visitar el Parque Explora, el Jardín Botánico, el Parque de los Pies Descalzos y la Plaza de Botero. También me recomendaron un resturante con vista panorámica que no quiero dejar de ir. A sacarle provecho al tiempo, nos vemos luego.
Besos,
Sheldry
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