Buenas tardes damas y caballeros. La verdad es que he estado muy ocupada con la remodelación y no he tenido cabeza para sentarme a escribir. Lo bueno es que mi cuarto de inspiración ya casi está listo, así que ahora es cuando www.sheldrysaez.com viene con todo para la segunda mitad del año.
Estaba pensando en escribirles sobre la remodelación; pero como aún no he terminado, quiero esperar para poder plasmarles la experiencia completa. Sin embargo, siempre hay algo bueno y postivio que contar, gracias a Dios, y como la filosofía de mi blog es “vida en cada línea”, quiero escribirles inspirada en un comentario que leí ayer en mis redes sociales.
Hice un post en Instagram sobre la evolución de mi closet bajo el hashtag “El Closet de mis Sueños”, y una persona de edad bastante adulta me dejó un comentario que les quiero compartir.
Cuando lo leí, lo primero que pensé fue: “¿Es posible que existan, hoy en día, padres con esa mentalidad?”. Lamentablemente muchos jóvenes no hacen realidad sus sueños por esa misma razón, porque sus padres quieren ver sus propios sueños realizados en sus hijos. Pasan la vida siguiendo un libro de reglas, cuando la realidad no se dispone de un manual que te haga vivir una vida perfecta. Hay normas éticas y morales, así como también conceptos básicos de cómo debemos comportarnos y sobre lo que debemos hacer para convertirnos en personas de bien, desempeñándonos como agentes positivos en la sociedad; más no hay garantía que tendrás éxito el día de mañana, ni que vas a amanecer vivo el día siguiente.
Tuve la bendición de tener una familia maravillosa con padres que me guiaron, los cuales siempre me apoyaron en mis decisiones. Más importante aún, padres que creen en mí y en mis sueños. ¡Eso es fundamental!
Ingresé a la universidad a mis 19 años. No fue a los 18 pues estuve en Nueva York durante 8 meses modelando gracias a un contrato con Wilhelmina Models New York. Seguro que a personas como quien dejó ese comentario, les suena esto que acabo de contarles, como algo vacio. Yo con carácter les puedo asegurar que durante esos 8 meses crecí y aprendí más que un año dentro de un aula de clase. La universidad de la vida es tan crucial, que si no aprendes bien en ella, es peor que sacar 1.0 en el parcial. En la vida real… significa que no tendrás éxito. Fueron 8 meses en los que me enfrenté a vicios, superficialidades, vanidad, lujo y un estilo de vida en el que no encajaba. Por ello decidí no insistir más en permanecer en un ambiente al cual no pertenezco. Por primera vez en mi vida viví, prácticamente sola, en una ciudad que es icono en el mundo, cuando mi única casa fue Chitré durante 18 años. Y esta historia sí que es larga, así que se la guardo para otro blog post.
Regresé de New York e ingresé a la universidad. Me matriculé en la carrera de Licenciatura en Mercadotecnia. Ya estaba clara que modelar en Nueva York no era lo que quería, así que continué en la búsqueda de mi gran pasión y mientras tanto adelantaba mis estudios, los cuales son también importantes pues son un complemento para el desenvolvimiento en la sociedad y lo que puede ser ese factor diferenciador cuando intentas ingresar al campo laboral.
Tocó a mi puerta la oportunidad de ser Miss Panamá 2011 y abandoné por un año mis estudios para dedicarme a este gran reto de convertirme en la máxima representante de la belleza de mí querido país. Seguramente nos encontraremos con personas las cuales creen que este tipo de concursos son frívolos. Yo con propiedad les puedo asegurar que fue uno de los años más increíbles de mi vida, y viví experiencias que nunca había vivido antes ni he vuelto a vivir después. Fue ese año como Miss Panamá, cuando maduré y me convertí de la niña que era en mi ciudad natal, en un mujer; pero además, me hice más humana, más real, más guerrera, obteniendo herramientas que me han permitido ser y tener lo poco o mucho que hoy en día soy.
Al regresar del Miss Universo, me reincorporé a la universidad. Ya tenía 20 años y estuve todo el año adelantando materias. A mis 21, Dancing With The Stars me ocupó unos cuantos meses; sin embargo, en los cuatrimestres que me fue posible, seguí estudiando. A mis 22, “Blanca Nieves y Al Descubierto” me permitían seguir con mis estudios pero a menor ritmo. Siguió una “Maid en Paitilla” y ahora a mis 24, hice una pausa en pantalla para culminar con mis estudios universitarios. ¿Qué quiero decir con esto? Que me tomó un poco más de tiempo; pero que ya estoy cerca del diploma y mejor que eso, la satisfacción de tener el diploma de los retos ya superados que me hicieron crecer como mujer y como profesional.
Desde temprano salí de mi casa y me hice responsable de mis compromisos, incluyendo mis estudios y eso no hubiese sido posible sin haberme atrevido a perseguir mis sueños, a pesar de los que estaban en contra, a pesar de las veces que escuché que los concursos de belleza y el modelaje son para brutos, a pesar de los que me decían “si te choca con la universidad entonces no lo hagas”. Cuando escuches algo así, dite a ti mismo: “Yo puedo con los dos”. Siempre hay tiempo para las cosas importantes en tu vida, es cuestión de organizarse. Ese es otro blog post… ¿cómo organizarse?
Les cuento esto porque si eres padre o madre, quiero que leas estas letras de una joven e hija, ya que es muy importante para nosotros que ustedes crean en nuestros ideales; y si eres hijo o hija, como yo, te lo digo para que nada ni nadie te detenga ni te desvíe de tu meta. ¡No dejes tu estudios! ¡Pero tampoco pospongas tus sueños! Que los libros están en las tiendas, disponibles 24/7 para estudiártelos, pero el tiempo que se va. . . ¡ese si no vuelve!
Besos,
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Escribe la vida que deseas y organízate para lograrla. Recuerda que tu marca personal es la marca más importante de todas.
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