Les puedo decir que la organización es CLAVE para la realización de tus metas y sueños. Yo aprendí a realizarlo desde muy pequeña porque mi mamá es organizada al máximo y como dice el dicho: “Hijo de tigre, nace rayao”… Yo salí organizada; pero al nivel 100. Desde que estaba en el colegio siempre asumí muchos compromisos porque participaba, con frecuencia, en los eventos extracurriculares desarrollados en la institución, y mi mamá me inculcó a través de su ejemplo, lo valioso que resulta llevar una agenda. Ahora, esto no es para todo el mundo, mi hermana por ejemplo, ha comprado varias agendas; pero no hay forma que las utilice. Es cuestión de convertirlo en un hábito. Para mí, ha sido indispensable para poder cumplir con cada uno de los compromisos adquiridos, los cuales me llevan al logro de las metas que me propongo.

Primero que todo, tener una agenda, en mi opinión, te ayuda a manejar más información y compromisos sin contratiempos ni preocupaciones porque el papel lo aguanta todo, así que no hay que estresarse por tener que recordar el día y la hora de esos compromisos previamente adquiridos. Escríbelos y ya está, cero preocupación.  Es menos probable que algo se te pase u olvide.

Por otro lado, tener una agenda te ayuda a planificar mejor el tiempo. Cuando llevamos un plan de nuestros quehaceres, tenemos la libertad de organizarlos de tal manera que le saquemos el mayor provecho a nuestro tiempo.

Yo lo hago así y me funciona, eso se los juro: 

• Cada fin de año, me siento con la nueva agenda y escribo mis metas del respectivo año. Además, hago un plan que vaya acorde a la realización de esos sueños. ¡No saben lo satisfactorio que es tachar, al final del año, esas metas porque fueron cumplidas!

• Cada fin de mes, registro las metas del mes siguiente. Repaso qué hice el mes que ha concluido y sigo alineando mis compromisos en pro a mis metas del año. Cada mes tengo metas de ahorro, metas personales como ser humano, metas profesionales y de esta forma continúo trabajando sin desconcentrarme ni desviarme de mi sueño.

• Cada domingo organizo mi semana. Divido mis compromisos en los días según mi disponibilidad. También lo que no realicé la semana anterior a causa de eventualidades o postergación lo reagendo; pero menos olvidarlo o dejar de cumplirlo.

• Todas las noches, sin falta, en un “post it” el cual pego en la primera hoja de mi agenda, copio mi itinerario del día siguiente con todo y horas. Seguro les parece exagerado, y quizás lo sea, pero me funciona. Agendo desde la hora que debo levantarme, hasta si quiero relajarme en el cine. ¡Todo! Yo sé lo que están pensando, a veces las mejores cosas suceden sin planearlas; sin embargo, la mejor forma de hacer realidad tus metas es trabajando por ellas, esto implica la elaboración de un buen plan.

• Tener una agenda también me inspira, me inyecta de energía y es motivo para esforzarme sin parar. Cuando se me mete entre ceja y ceja tachar ese “pendiente” que escribí hago lo necesario por cumplirlo. Es así como al final del año me doy cuenta de lo productivo que fue y siento una satisfacción enorme por haber alcanzado esas metas.

• Es importante que sea una agenda con buen espacio para escribir, pero que no sea pesada y la pueda tener siempre contigo, ya sea en la cartera o en la guantera del auto. Me gustan mucho las que tienen frases de motivación, que sean lindas y no aburridas, esto con el fin de sentirme incentivada a usarla.

Además, pueden anotar fechas de cumpleaños o especiales, de acontecimientos importantes o cualquier otra cosa, para no correr el riesgo de que se les olvide. ¡Pruébenlo! Eso sí, hagan de verdad el esfuerzo para crear el hábito.

Que la agenda se convierta en su gran amiga secreta.

Créanme, ¡es lo máximo!

Besos, 

Sheldry