Buenas buenas, ¿cómo están damas y caballeros? Espero que excelente, yo ya de regreso en Panamá retomando mis tareas y con muchas libras de más después de este viaje a Bueno Aires y Bariloche.
Espero les haya gustado el blog post de Buenos Aires que hice con mucho cariño para ustedes. Ahora es el turno de BARILOCHE, en donde descubrí la magia de la naturaleza.
De Buenos Aires a Bariloche son dos horas en avión, bastante largo para ser un vuelo interno; Argentina es un país inmenso. El aeropuerto de Bariloche es pequeño, se nota que llegas a un pueblo o lugar campestre. Apenas llegué, la primera impresión fue el frío, hizo hasta 2º y en ocasiones llovió, haciéndolo aún más frío. Además el frío era con vientos muy fuertes así que se podrán imaginar cómo estaba eso, yo sentía que se me iba a caer la nariz y la piel lucía reseca. No hay duda que ese clima es muy romántico y Bariloche tiene una magia increíble sobretodo si vas en plan de pareja. Después de las Cataratas del Niágara, nunca había visto un paisaje igual. ¡Es impactante!
Aeroparque Jorge Newbery
Lo primero fue ir al hotel; me hospedé en el “Charming Luxury Lodge & Private Spa”, un hotel que les puedo recomendar 100%. Encontré un super precio en Internet de una suite con spa privado y fue una excelente decisión. Con el frío que hace, creánme que es una delicia llegar y tener tu spa dentro de la habitación. Nunca había visto algo así y quedé con ganas de extender mi remodelación, jajaja… Tina con hidromasaje, sauna, ducha de vapor y escocesa, además de aromáticos para que te relajes aún más. Con esta experiencia les puedo asegurar que nunca me había sentido tan agradecida con Dios por permitirme vivir y disfrutar de las maravillas de la vida. Y con el gran Lago Nahuel Huapi al frente, me sentía como en una postal.
Charming Luxury Lodge & Private Spa
El primer día decidí quedarme tranquila en la habitación ya que con esa vista y ese frío, lo que me provocaba era descansar y escribir para mi blog con una copa de vino. Giulio mientras, tomó muchas fotos por todo el sitio, así que permítanme darle las gracias a través de www.sheldrysaez.com a mi fotógrafo personal, jajaja y compañero de aventuras, mi pareja. Ya les había dicho antes que si eres blogger, mejor consíguete un novio fotógrafo, y si no, entonces inscríbelo en un curso de fotografía, jajaja.
Pues si, el primer día fue para disfrutar de las instalaciones del hotel. Mi segundo día en Bariloche fue para empezar a conocer; visité Isla Victoria y el Bosque de Arrayanes. Salimos de un puerto y aunque el día estuvo lluvioso nada fue impedimento para disfrutar de los paisajes mega espectaculares que ofrece San Carlos de Bariloche. Para contarles un poco más, Isla Victoria tiene una superficie de 4,000 hectáreas y una longitud aproximada de 20 kilómetros. Se puede recorrer el vivero de coníferas y otras especies. Hay miradores naturales y senderos. En el caso del Bosque de Arrayanes, es único en el mundo. El Arrayán es una planta catalogada botánicamemte como un arbusto que solamente en ese lugar toma el porte de árbol. Es de color canela intenso. Ahí se encuentra una casita a la que le llaman la “Casita de Bambi” en donde todos quieren su fotografía.
Isla Victoria
La casita de Bambi en el Bosque de Arrayanes
Bariloche es un paseo totalmente silvestre, no vas a ver edificios ni discotecas; se trata de compartir con la naturaleza. De igual forma, hay muy buenos lugares para salir a cenar; por ejemplo: El Rincón Patagónico. Qué buen lugar, amé la infraestructura de este restaurante cuya carne y vino son los protagonistas. Hay muchos lugares de madera en San Carlos de Bariloche como lo es el Rincón Patagónico.
Rincón Patagónico
Nuestro tercer y último día en Bariloche fue para subir en teleférico Cerro Catedral el cual me cautivó. Qué lugar tan extraordinario. Mucha gente sube al cerro para esquiar; pero ya hay pocas personas porque está entrando primavera y no hay tanta nieve. A pesar de eso, logré ver la nieve la cual, para los que vivimos en un país tropical, es fenomenal. Además, almorcé en la punta del cerro una buena hamburguesa con papitas fritas y soda viendo hacia la inmensidad y gran creación de Dios.
Cerro Catedral
No estuve mucho tiempo en Bariloche porque tengo universidad y compromisos laborales en Panamá; pero las dos noches y tres días que estuve, lo sentí con intensidad, es un paisaje que te deslumbra y que se te queda grabado para siempre.
Regresé a Buenos Aires por sólo una noche para el día siguiente retornar a Panamá y seguir con mis tareas las cuales retomo con más energía porque disfruto lo que hago y es porque lo realizo con el corazón.
El vuelo de regreso con Copa Airlines fue rápido, a pesar de ser siete horas; tuve la oportunidad de ver una película que cayó como anillo al dedo. Aprovecho para dejarles esta reflexión que escribí luego de ver la peli:
“Siempre he creído en los mensajes y señales que nos manda Dios y la vida en nuestro caminar. Durante mi viaje a Buenos Aires, caminando por el Obelisco, me detiene un chico rafta brasilero que me piropeaba en su idioma. De esos chicos que venden accesorios en las calles. Me preguntó si me gustaba la música y le dije que si. Luego me alejé y de un momento a otro se me acercó para regalarme un anillo de alambre con la forma de una nota musical que hizo con sus manos en esos momentos. Ese anillo me encantó por la forma en la que llegó a mis manos, eso lo hizo especial. Me sentí especial porque de tantas personas que pasan por ese sitio, este chico bastante loco y que vive en las calles, me dio justo a mí un regalo. También pensé que le encantaría a mi hermana Dayana y lo cuidé hasta el último día para regalárselo al llegar a Panamá. Pues en ese último momento lo perdí. ¿Cómo? No sé; recuerdo haberlo tenido en mi mano antes de abordar el avión en Argentina. Me dio un poco de tristeza porque me emocionaba la idea de que mi hermana lo recibiera; pero en mi minuto de reflexión durante el vuelo sonreí al entender que hay cosas y sentimientos que pertenecen a cada lugar que visitas y no deben salir de ahí porque ahí está la magia. Cada lugar encierra emociones propias y únicas y es por eso que hay que entregarse por completo a cada destino que viajas, a cada experiencia que vives, a la vida misma. Como escuché en la película que vi de regreso: La increíble vida de Walter Mitty; hay que ver el mundo, correr riesgos, ver detrás de los muros, acercarse, encontrarse y sentir. Ese es el propósito de la vida. Con coraje lanzarse a lo desconocido y llevar al límite el espíritu humano. Las cosas hermosas no necesitan atención porque brillan por sí solas, es por eso que tenemos que abrir nuestros ojos; porque ellas no nos van a buscar, somos nosotros quienes tenemos que ir por ellas. Inspiración de viajera.”
Lago Nahuel Huapi
Besos,
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