Como ya les escribí acerca de cinco cosas que volvería a hacer, lo prometido es deuda, así que aquí van las cinco cosas que NO volvería a hacer. Esta es una especie de confesión, jajaja… Quizás algunos concuerden conmigo.
- Desaprovechar la oportunidad de dominar el inglés. Sin pena les confieso que si hay algo que me cuesta en la vida, es hablar el idioma inglés. Además de que mi pronunciación no es nada elegante, me da pánico hablar inglés con personas bilingües. Es algo como más grande que yo y estoy segura que es totalmente mi culpa por ser cobarde y no enfrentarme a este reto. Siempre he dicho que no soy muy buena con eso de los idiomas; sin embargo, no hay nada que no podamos superar si nos lo proponemos. Mis padres me enviaron más de dos veces de intercambio a Estados Unidos con el objetivo de que aprendiera inglés y nunca lo aproveché, me reunía con personas latinas para no tener que pasar pena hablando un idioma que no dominaba. Si hubiese aprovechado tales oportunidades, hoy dominaría el idioma perfectamente bien. En la actualidad es sumamente importante poder hablar esta lengua que nos conecta con el mundo. No sigan este ejemplo por favor, créanme que después les va a pesar. ¡Échale ganas al inglés!
- Descuidar mi rutina de ejercicios y alimentación. Bueno, en estos momentos de mi vida estoy algo descuidada con el tema del estilo de vida saludable. Soy muy buen diente, amo salir a cenar fuera de casa; además, me da a veces flojera hacer gym y con tantos compromisos, todo es excusa. Lo que sí es que tengo muchísimas ganas de retomar la rutina que adopté cuando estuve concursando para Miss Universo. Me esforcé demasiado en aquel entonces y logré cambios en mi cuerpo que nunca pensé que lograría, me sentía llena de energía, saludable. ¿A quién no le gusta mirarse al espejo y ver su cuerpo tonificado de pies a cabeza?, hasta los cuadritos se asomaban. ¡Fue increíble! La verdad, me siento orgullosa de la fuerza de voluntad y perseverancia que tuve en aquel entonces con el cuidado de mi cuerpo. Luego de pasar mi reinado, volví a comer de todo y poco a poco fui descuidando mi rutina de ejercicios hasta que recuperé libras y perdí el tono muscular que tenía. No volvería a botar a la basura el esfuerzo de casi dos años entrenando dos veces al día y comiendo sobre la base a una dieta realmente estricta para lucir super fit. Ahora recuperar esa figura es cada vez más difícil. Pienso que la vida es muy corta para amargarse privándonos de comer lo que tanto nos gusta; pero siempre hay una solución, es cuestión de llevar una dieta balanceada que nos dé la libertad de darnos nuestros gustitos y además, por salud, hacer ejercicios todos los días sin falta. ¡Vamos por estas metas mi gente!

- Teñirme el cabello de rubio. Ya saben que hace unos meses atrás me teñí mi cabello de rubio. No me arrepiento porque nadie escarmienta por cabeza ajena; pero no lo volvería a hacer. Quizás me tiña de algún otro color; pero un cambio tan drástico como de chocolate oscuro a rubio no lo repetiría. El cabello sufre mucho y, al final del día, nada como tener el color con el que creciste y con el cual estás acostumbrada a mirarte al espejo. Los cambios, de vez en cuando, son necesarios. Vernos diferentes ayuda hasta en nuestra autoestima; pero hay que evaluar bien esos cambios. Todas nos advertimos unas a otras que abusar del color y de tratamientos estéticos, por ejemplo, no es recomendable; sin embargo, nadie escucha hasta que aprendemos por cuenta propia. Me gocé mi rubio mientras duró… esto es una de esas decisiones que se toman una vez en la vida. Cuida y valora tu cabello, escucha a los expertos que nos ayudan a lucir y sentirnos mejor con nosotras mismas; pero sobretodo, escucha a tu corazón. Dios es perfecto y Él nos hizo.

- Tomarme unas copitas de más cuando estoy conociendo a nuevas personas. Esto es un grave error chicos y chicas. Cuando decidan salir a esas rumbas en las que nos comportamos como si el mundo se fuera a acabar, les recomiendo que lo hagan con amigos y personas de confianza. Ya he cometido la inmadurez de pasarme de copitas cuando estoy conociendo a una persona en especial o en momentos importantes; la goma moral del día siguiente no se te olvida nunca más. Hay que ser responsables y cuidar la huella que dejamos por donde pisemos. Que siempre nos recuerden como la mejor persona posible. ¡Ojo!, cuando nos pasamos de copitas perdemos el control y podemos hacer o decir cosas irreversibles. ¡Ya saben!

- Dejar de comer por desilusiones. Les he escrito anteriormente que cuando me han roto el corazón por “x” o “y” decepción, he perdido peso drásticamente. Al principio agradeces por lo menos haber perdido las libritas de más; pero después te das cuenta que no fue la mejor decisión porque el efecto rebote es imparable y créanme, se recupera el doble de las libras que perdieron. Además, perder y ganar peso muy seguido en grandes cantidades es fatal, el cuerpo reacciona muy mal a estos cambios empezando a salir de todo. Bajar de peso drásticamente y más por dejar de comer porque te sientes triste, es castigar a tu cuerpo. Nadie merece hacerse daño a sí mismo. ¡No lo hagan! ¡La fuerza está en su interior!

Miren cómo es la vida, en el blog post de las cosas que volvería a hacer no paré de reírme de principio a fin, y en éste me quedó al final un sabor agridulce. Y digo un sabor agridulce porque claro que me recuerda malas experiencias; sin embargo, gracias a ellas hoy me puedo sentar a escribir que NO lo volvería a hacer. Aprender de los errores y estar dispuesto a cambiarlos o a no repetirlos es dar un paso hacia adelante. Te invito a que tú también lo hagas. ¿Qué no volverías a hacer?
Besos, 
Sheldry
Tags:
,