¿Cómo están por aquí? Estoy segura que están de maravilla. 

Yo muy contenta y satisfecha con los frutos obtenidos hasta el momento como consecuencia del esfuerzo realizado en la publicación de mi primer libro “Las Tres Joyas De Mi Corona”. La semana pasada estuvo cargada de emociones. Nunca había participado en la Feria del Libro y les puedo decir que fue una experiencia realmente inolvidable.

Fueron seis días de mucho trabajo. La verdad es que hace rato no caía rendida en mi cama desde temprano. Al terminar la feria a las 9:00 p. m., mi cuerpo pedía descanso enseguida. Es una jornada agotadora; pero sinceramente, vale la pena.

Todos los días estaban llenos de regalos. También se presentaron algunas dificultades. Una tarde tuve un inconveniente y no pude controlar mis emociones, lloré al frente de algunos lectores que fueron por mi libro. ¡Nunca me había sucedido! Sin duda alguna fue una lección: “no podemos tener el control de todo”. ¡Somos humanos, no perfectos!

Pero hablemos de lo mágico e inolvidable:

En las mañanas, era impresionante la cantidad de estudiantes que visitaron la feria. Algunos de ellos compraban mi libro entre varios; eso me sacó, en más de una ocasión, una sonrisa en el corazón. Otros lo compraban como una sorpresa, ¿quién lo iba a decir?, ¡mi libro como regalo para un ser querido! Es más de lo que un día le pedí a Dios.

También me encontré con madres que me decían en confianza: “Mi hija (o) no le gusta leer, no se despega de las redes sociales, y me pidió tu libro. Por lo menos logré que tu libro lo lea.” Ese comentario impactó mi vida, lograr que un chico o chica empiece el hábito de la lectura a través de mi libro es uno de los regalos más grandes de “Las Tres Joyas De Mi Corona”.

Cómo olvidar a aquellas personas que ya han leído mi libro, algunas de ellas se me acercaron agradecidas por la motivación que recibieron a través de cada página; desde niñas muy pequeñas, hasta abuelitas me demostraron su cariño y apoyo. Y las caras de emoción de tantas mujeres al lucir la corona de Miss Panamá, esa corona que gané con el apoyo de todo un país. ¡Es nuestra!

No tengo palabras para agradecer TANTO. Es más de lo que esperaba.

Qué bonito fue ver a tanta gente visitar la Feria del Libro; ¡en PANAMÁ SÍ SE LEE! Mucha niñez y juventud. Además me hicieron varias entrevistas, lo que indica que también hay apoyo por parte de los medios de comunicación.

LEER ES CRECER, ES APRENDER, ES SER MEJOR PERSONA EN TODOS LOS SENTIDOS. Cultivemos el hábito de la lectura desde YA. 

Quiero agradecer a mis amigos de MEDUCA, por darme la oportunidad de compartir juntos esta experiencia en la Feria del Libro. A mis amigos de Rocco Productions, CAPALI, Juan mi ayudante, a mis queridos: Dayana y Gio, y por supuesto a mi amada madre y mi amor Giulio por el apoyo incondicional que recibí. Gracias a todos los que aportaron su granito de arena para que mi participación en la Feria del Libro fuera una realidad. 

En varias ocasiones, cuando jóvenes se me acercaban a pedirme consejos, me preguntaban dónde y con quién adquirir el libro. A esta interrogante respondía: “Aquí, conmigo”; se asombraban de que era yo quien vendía mis libros. Muchas veces sola desde mi puesto cobraba, firmaba, me hacía la foto, llevaba el inventario, etc. Al punto al que quiero llegar es: JÓVENES, ¡nadie va a vender mis libros con más amor y dedicación que yo! Olviden eso de que tener un millón de dólares y una plantilla con cientos de empleados sea necesario para hacer sus sueños realidad. Levántate y hazlo por tu propia cuenta. El primer paso lo tienes que dar TÚ, nadie más. Sin pena, con dignidad y la satisfacción de que estás viviendo sus sueños de principio a fin. 

Levanten las cajas, cuenten su dinero, saquen las citas, vivan todo el proceso; sólo así aprenderán a ser líderes el día de mañana, sólo así valorarán cada logro alcanzado y sólo así se alcanza la verdadera grandeza como ser humano.

Besos, 

Sheldry