Buenos días alegría, espero que estén pasando una maravillosa semana. Hace unos días salió un nuevo episodio de Inspírate Podcast, y hablamos de un tema con el que toda mujer se puede sentir identificada. Y es que cómo nos vemos al espejo y cómo nos sentimos, es muy importante para ser nuestra mejor versión.

Nuestro cuerpo pasa por muchos cambios a lo largo de la vida y muchas veces le declaramos la guerra; pero si en lugar de pelear con él, hacemos las paces y lo tratamos con amor, logramos alimentar nuestra autoconfianza. Para hablarnos de hacer las paces con nuestro cuerpo, invitamos a dos chicas expertas en el tema.

Ellas son: Ana Lorena Cortés; mamá, presentadora de TV, nutricionista – dietista y ganadora de concursos de belleza como Señorita Folklore Panamá 2015 y Reina Intercontinental 2015.

Y Piky Zubieta: esposa, madre, hija, hermana, amiga, escritora empírica y una conocedora innata del páramo que pasan las mujeres de tallas "no convencionales" en el día a día.

Esta entrevista se puso muy buena porque todas hablaron desde su propia experiencia y eso es algo enriquecedor, la primera pregunta fue si alguna vez se han sentido incómodas con su cuerpo.

Ambas chicas admitieron haberse sentido incómodas con su cuerpo en varias ocasiones de su vida. Para Ana Lorena las comparaciones y las exigencias de un físico estricto en ballet fue lo que la hizo empezar a no sentirse tan a gusto en su propia piel. Piki también empezó desde muy joven a experimentar incomodidad con su cuerpo, pues en su casa hay una diversidad muy grande de cuerpos y ella nunca sintió que encajara dentro del molde.

Piki comenta particularmente que a las niñas se les llama mi princesa, mi reina, mi Barbie y que en su época las muñecas y princesas no se veían nada parecido a la realidad de ella. ¡La representación es importante! Nuestros estándares de belleza siempre van a estar marcados por lo que te dicen que se ve bien, lo que está de moda, en lugar de crear nuestros propios estándares.

Para Piki el peso más fuerte que una persona puede tener, es el peso de tratar de encajar en estándares irreales, que son dañinos para tu salud física y mental y que, además, no son sostenibles a lo largo de tiempo. Cuando tienes una guerra con tu cuerpo impacta en todos los aspectos de tu vida; en tus relaciones, en tu humor, en tu trabajo... Te encierras en tu propio mundo, no importa la talla. 

Todas tenemos inseguridades, no importa si eres talla cero. Un punto que también se resaltó durante la entrevista es que las personas que están en el ojo público son las que más inseguridades sienten al respecto de su cuerpo, porque todo el tiempo están expuestas a comentarios de personas y opiniones de terceros, y se les condena por cambiar o el público se siente con el derecho a comentar de su imagen.

Las inseguridades no necesariamente son malas, todo depende del poder que tú les des y en ellas puedes encontrar cierto grado de motivación para cambiar lo que no te gusta y mejorar.

Nuestra relación con nuestro cuerpo impacta directamente nuestra autoestima porque, como dice Piki, si a veces nos sentimos incómodas con la ropa que cargamos, ahora imagínate estar en guerra con algo que es parte de ti.

Dentro del testimonio personal de Piki, ella tuvo que buscar acompañamiento profesional y uno de los aprendizajes más fuertes que tuvo, fue entender que quien le tiene que gustar tu cuerpo es a ti y hacer las paces con ese cuerpo es un trabajo constante. No quiere decir que todo el tiempo te vas a sentir feliz; pero sí puedes ser feliz con el cuerpo que tienes.

Ojo, actualmente hemos llegado muy lejos con el tema de la inclusión y la representación de todos los tipos de cuerpo; sin embargo, hay que tener cuidado con el mensaje que se quiere enviar porque se puede generar una autoaceptación dañina, pues si tienes conductas que atentan contra tu salud o comprometes tu integridad como persona, entonces debes analizar si realmente vale la pena.

El amor propio no quiere decir que vas a dejar de mejorar lo  que necesites o quieras mejorar. La libertad para ser auténtica no te quita la libertad para ser aspiracional y trabajar por lograr tus objetivos.

Un consejo que nos da Ana Lorena es que la solución al problema no es una sola cosa, es un componente de varias. Por ejemplo; tu salud emocional, tu alimentación, la actividad física, la red de apoyo que tengas… todos son piezas de un rompecabezas que te ayudan a llegar a hacer las paces con tu cuerpo y tener un balance. ¡Todos los extremos con malos! 

El proceso de sanación toma tiempo y requiere trabajo, constancia y no sucede de la noche a la mañana y requiere de compromiso con los resultados. Además, no hay nada que eleve más la autoestima que sentirte cómoda contigo misma.

Si bien es importante sentirte cómoda en tu propia piel y mejorar esas cosas que requieres mejorar, asegúrate de que los cambios que quieres hacer sean por ti y no para encajar en estereotipos de belleza porque puedes llegar a caer en conductas auto destructivas y dañinas. Algunas de esas conductas pueden ser consumir quemadores y bebidas para peder peso que no le hacen bien a tu salud. O peor, terminas perdiendo tu esencia y el norte de quien realmente eres.

Tu autoconfianza y tu autenticidad no son negociables, si realmente quieres hacer las paces con tu cuerpo, empieza por aceptarlo… Con tu celulitis, tus estrías y tu forma. Ayúdate a sentirte bien utilizando la ropa que más te gusta, ponte bonita, haz cosas que te hagan sentir cómoda en tu propia piel.

Trabaja en tu mente y rodéate de personas que te hagan ser tu mejor versión.

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Besos,

Sheldry