¡Hola hola por acá! Esta semana salió un nuevo episodio de #InspíratePodcast, en donde hablamos de un tema que en definitiva se siente a alivio y descanso y en esta ocasión, pudimos entrevistar a Anais Solís, agente de cambio y fundadora del Triángulo de la Mujer, que nos habla un poco sobre la mujer de hoy y la fe.
Y es que cuando la fuerza no alcanza es la fe la que nos salva, pero ¿qué es la fe? La fe no es mas que la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, nos define Anaís. Visualizar es un gran componente de la fe pues es tener certeza de que eso que esperamos, se vuelva realidad.
Una técnica muy buena para proyectarnos en nuestro futuro es establecer la línea de tiempo al revés, visualizar cómo nos queremos ver en un futuro con la vida que deseamos y luego empezar a pensar en qué hiciste para llegar ahí y de esa manera llegar a lograr la vida que queremos, siempre confiando y tomando en cuenta a Dios en el camino porque cuando hacemos las cosas bien nos va bien.
Como mujer, visualizar la vida que quieres lograr es esperanzador; pero también es importante entender de qué manera te relacionas con Dios. Anaís nos comenta que Dios cuando estuvo aquí en la tierra, fue una persona revolucionaria que esparcía mensajes de amor y perdón, que rompía paradigmas y que no diferenciaba entre hombres y mujeres porque a todos nos amó por igual. El mensaje de Dios es uno de amor, en el cual debemos ser como los niños, aprender a perdonar a pesar de las circunstancias y he ahí el secreto de nuestra conexión. ¡Dios está presente en todo lo que hacemos!
Por eso cuando vives una vida espiritual profunda puedes ver los beneficios, Anaís hace la observación de que somos lo que consumimos y pone como ejemplo cuando comemos comida chatarra siempre. Por supuesto que nos vamos a sentir mal, lo mismo aplica para todo, si nos rodeamos de negatividad y malas energías es difícil avanzar y tener una actitud positiva; pero cuando se tiene la certeza de que hay algo mucho más grande que vela por ti, que te ama, te da la fuerza y la motivación para seguir adelante.
Debemos buscar lo que nos hace felices y así mismo cultivar esa energía que nos permita crear esa conexión espiritual, todo lo que vemos, escuchamos y sentimos debe edificarnos, es un ejercicio de todos los días. En mi experiencia personal es muy enriquecedor poder fortalecer nuestra fe con detonantes de buena energía: un café por la mañana, un minuto de meditación, ver el amanecer, salir a caminar, todos estos ejercicios o actividades que refuerzan nuestro espíritu.
La fe es algo que cada una lleva por dentro, la fe y la energía son hermanas, cuando una persona tiene una base sólida en sus creencias, siempre va a irradiar una buena vibra, una buena energía. Una persona con fe siempre va a hablar con palabras de afirmación. Ten presente que la fe ya está depositada en todos, solo tienes que dejarla florecer.
El cultivar nuestra energía y nuestra fe es decisión propia, el cómo tú te enfrentas a las situaciones que se te presentan día tras día, depende de ti. Hay muchas circunstancias que enfrentamos y no siempre van a ser placenteras; pero es determinante en esos momentos el cómo le hacemos frente. Cuando una oportunidad que queremos no se presenta, cuando hay problemas con nuestro emprendimiento, cuando nos peleamos con nuestros familiares y amigos o cuando tenemos problemas en nuestra relación… suelen ser situaciones que nos rompen el corazón; pero al entender que Dios está con nosotros, nos ayuda y marca la diferencia en cómo sobrellevamos cada situación.
Dar los primeros pasos para cultivar una relación espiritual no es tarea sencilla; pero Anaís recomienda que lo primero que debemos hacer es soltar el pasado, que en el reino de Dios ese pasado no existe e independientemente de lo que haya ocurrido, soltar el pasado te permite liberarte de ataduras y emociones que no te ayudan a crecer.
Vivir en el presente y en gratitud es lo que realmente nos acerca a vivir una vida de fe. Siempre estamos buscando ver un milagro sin darnos cuenta de que suceden todos los días y el milagro más grande que puede ocurrir es que despiertes cada día. ¡Agradece todos los días que estás viva, sonríe y utiliza palabras de afirmación!
La fe está en los grandes sueños y también en las cosas cotidianas, está en todo. Alimenta esa parte espiritual dentro ti.
Día a día enfocamos nuestro sentir en emociones que no nos aportan, y solemos perder el tiempo. El tiempo no regresa, hay quienes creen que el bien más preciado que tenemos es el dinero; pero no, es el tiempo por lo que tenemos que aprender a valorar el tiempo que tenemos y sobre todo no desesperarnos cuando las oportunidades no se presenten como esperamos. El tener fe te hace intentarlo las veces que sea necesario. Al final lo importante es aprender a disfrutar de la vida.
Como mujeres de fe, la identidad juega un rol importante en nuestra vida, somos un tesoro y hay que darle valor pues Dios ya depositó dentro de ti desde mucho antes todos tus talentos. Una persona que no tiene identidad en Cristo duda mucho de sí y es fácil que pierda su propósito y sus sueños, por no creer que hay algo más grande para ella.
Dios es el pilar para que vivas tu propósito y emprendas ese camino, es la base de una relación de pareja o de una amistad sana. Una vida con Dios permite que haya bases sólidas en cada relación, para que haya amor y perdón.
Hoy en día donde el amor propio está muy de moda, es fácil que se confunda con el egoísmo y hay que tener siempre presente que, desde el amor propio, podemos dar amor, cuando te amas a ti misma, cuando te sientes amada y sobretodo sana eso se refleja dentro ti. “Entiende que hay una oportunidad todos los días para ser feliz, solo debes abrir una puerta” dice Anaís. Dios es un caballero, Él está tocando la puerta y solo está esperando a que le abras.
La fe es la mejor arma para todo, para tus negocios y ese emprendimiento. Dios es tu mejor socio. Está ahí apoyándote en tus sueños, para que cumplas ese propósito que Él ya depositó en ti. Un tip para comunicarte mejor con Dios es hacer una carta de fe, cómo te ves en el futuro, tus sueños, tus deseos y describir a esa pareja ideal. Confía en que si te esfuerzas, Dios te va a presentar todo lo que deseas, porque ese es el fundamento de la fe.
Cuando no tenemos fe es difícil que nuestro espíritu brille y que tengas esa sed por la vida. Leer su palabra, agradecer y aprender a confiar son esos motores que impulsan nuestro espíritu y nos llenan de Fe.
Si te gustan estas palabras te invito a que sigas a @anaissolis1 para que te enteres de sus proyectos con Triángulo de la Mujer, un congreso de Amor, Salud y Belleza para motivar a las mujeres desde el amor y desde la palabra de Dios.
Besos,
@inspiratelatam
Tags: mujeres , fe, espiritualidad, amor , mujeres emporderadas, amor propio, conexión , vida,
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