Buenas buenas, ¿cómo están damas y caballeros? Espero que hayan pasado excelentes días feriados y hayan retomado sus tareas con todas las energías del mundo. De nada sirve tener sueños si no trabajamos duro por ellos así que vamos a proponernos hacerlos realidad.
Como muchos de ustedes saben, estuve en México durante los días de carnaval. Específicamente en la ciudad de Querétaro, más bien un estado mexicano. Fui a Querétaro porque fue allá en donde Francisco Yáñez, el Coach de los Conferencistas, impartió un seminario de certificación avalado por la Asociación de Conferencistas Hispanos. Fue una experiencia increíble, que la verdad, no quería que acabara.
Mi vuelo de Copa Airlines a México duró un poquito más de 3 horas. Desde Ciudad de México tomé un bus por 3 horas más hasta Querétaro y me hospedé en un hotel muy recomendado: Grand Fiesta Americana. Tiene buen precio, las instalaciones son cómodas, lindas, espaciosas y el servicio buenísimo. Gracias a mis amigos de Plus Travel por organizar mi estadía.
Mis dos primeros días en Querétaro fueron para el seminario. Ya más adelante les escribo un blog post específicamente de esta nueva faceta que emprendo en mi vida y a la que le tengo muchas ganas.
No fue hasta el lunes que empecé a conocer esta ciudad colonial e hice turismo. Lo primero que realicé fue recorrer el Centro Histórico de Querétaro. Es pintoresco y hay lugarcitos para comer en cada esquina. Me comí unas gorditas, unos taquitos que llenan como no tienen idea, los taquitos son la comida típica de Querétaro. También probé los famosos chocolates “Pedos de Monja”, y no es por nada, pero muy ricos estos chocolates.
Ese mismo día visité el Templo de la Cruz, vi el famoso acueducto de Querétaro que encierra una hermosa historia de amor y terminé visitando Antea, el centro comercial más grande de Centroamérica. Querétaro me sorprendió mucho; primero vi una ciudad muy pequeña, bastante tranquila y en vías de desarrollo; pero luego cuando conocí más, vi un sector más desarrollado con edificios, luces y lugares increíbles como este centro comercial que está espectacular. Es un estado muy histórico, y me contaron que ahorita hay mucha inmmigración hacia esta ciudad por el potencial de vida que se logra.
Mi segundo día de turismo fue muy emocionante, un sueño se hizo realidad porque monté un globo aerostático. Eso fue en Tequisquiapan, a una hora del centro de Querétaro. La empresa se llama Isaac Castro y desde Hacienda Tres Vidas, que es un hotel bastante extravagante puedes pagar por realizar esta actividad. El precio es más o menos de $80 por persona si compartes la canasta. Hacía mucho frío; pero una vez inflaron el globo se me empezó a quitar; esto a causa de la emoción y del fuego que a cada rato el piloto enciende para mantener el globo andando. Es increíble lo pequeña que era la canasta y lo alto que subimos sin tener ningún tipo de seguro. Me sentía pendiendo en el aire, y lo más increíble es que aún así el globo es considerada la aeronave más segura del mundo.
Cuando tengan la oportunidad, vivan esta experiencia porque vale la pena. Las vistas son increíbles y la sensación de estar en el aire te da una paz impresionante. El globo más grande del mundo, como dato curioso, está en Turquía y caben alrededor de 32 personas.
Después de montar en globo aerostático por 40 minutos, visité unos viñedos que estaban cerca, de nombre “De Cote”, un vino catalogado Premium en México, pero que no se exporta. Siempre me gusta visitar viñedos porque es delicioso hacer el tour y comer quesitos y vino. Cerré este día de turismo conociendo “La Peña de Bernal” que es una roca inmensa rodeada por un pueblito pintoresco que suele ser muy visitado por turistas, es el tercer monolito más grande del mundo.
Así fue como conocí Querétaro, una ciudad muy tranquila; pero con todo tipo de contrastes. Les puedo decir que lo mejor del viaje fue el seminario y por supuesto, montar en globo aerostático. Además, México mantiene buenos precios en comparación a los de Panamá, así que hay que aprovechar, jajaja.
Regresé a Ciudad de México donde recorrí un poco de esta hermosa ciudad ya que no disponía de mucho tiempo. Anduve por la Zona Rosa en donde hay bares y restaurantes; no podía dejar de ir al Paseo de La Reforma que es muy lindo y te encuentras a mucha gente que incluso se te acerca a conversar. Desde ahí puedes ver el “Ángel de la Independencia” que es icónico cultural de la ciudad. Tengo que recomendarles un lugar para cenar que me dejó con ganas de más: “Puerto Madero”, la comida divina y el ambiente, espectacular también.
Al día siguiente ya tenía que regresar a Panamá; pero como yo no me quedo quieta, antes de partir al aeropuerto visité el gran Museo de La Antropología que es uno de los más importantes a nivel mundial por los monumentos y réplicas tan impresionantes que poseen donde se representa la evolución del hombre y las diferentes culturas. ¡Qué infraestructura tan inmensa y bien cuidada! Si van a Ciudad de México, no pueden dejar de conocerlo. Concluí en una parada casi obligatoria: la Basílica de Guadalupe, siempre que tengo la oportunidad de visitarla no lo dejo de hacer. Me encontré con una procesión de peregrinos que era una multitud de gente, ¡WAO!, es hermoso ver la devoción y fe que se vive en México hacia la Reina de las Américas.
Así fue como viví los carnavales 2017, me regresé llena de conocimiento y empapada de la gran cultura mexicana que está muy latente en cada rincón.
México es inmenso; tengo pendiente ir a Playa del Carmen, Tulum, Cuernavaca y San Miguel de Allende, considerada una de las ciudades más hermosas del mundo.
¡Bien fregones! ¡Bien chingones! ¡Bien cabrones! Jajajaj… No se pierdan pronto, un video de esta aventura conquistando el mundo.
Besos,
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