Hola chicas, ya casi se acaba marzo, mes de la mujer y ha sido un mes interesante. Lleno de proyectos, conferencias, nueva agenda, nuevos proyectos... ¡De locos!
Y entre tanto empoderamiento femenino y todo lo que ha sucedido alrededor en el marco de este mes, nos pusimos reflexivas porque si bien como mujeres debemos sentirnos orgullosas de lo mucho que hemos logrado y es verdad que ahora tenemos más oportunidades y las generaciones que vienen creciendo tendrán aún más oportunidades en la materia. Sin embargo; aún nos falta mucho por recorrer, las mujeres actualmente enfrentamos muchos retos en diversos ámbitos de la vida. Desde el ámbito laboral, hasta el ámbito personal, en donde todavía nos enfrentamos a estereotipos y prejuicios en cuanto a los roles y capacidades.
Además, la violencia de género sigue siendo una realidad alarmante en todo el mundo, que se agravó especialmente durante la pandemia de COVID-19 y muchas mujeres siguen luchando por sus derechos y libertades fundamentales; como el acceso a la educación, la salud, la igualdad ante la ley y la protección contra la discriminación y la violencia.
Y se puede demostrar con hechos en la actualidad:
Muchas de estas estadísticas se crean por la desigualdad de oportunidades que existen y creencias sociales que son en mi opinión obsoletas; pero que siguen estando presentes en la sociedad y que suponen un reto para las mujeres de hoy, no importa en qué estrato social se encuentre.
Algunos de estos retos y los más comunes a los que aún nos enfrentamos diariamente como mujeres son:
Las expectativas y creencias de la sociedad: No es suficiente con las expectativas que nos ponemos a nosotras mismas, el resto del mundo nos encasilla por ser mujer. Escuchamos que tenemos que ser sumisas, “damas”, que te tienes que casar a cierta edad, que trabajes por tu independencia para cuando termines de trabajar también tener la casa limpia, perfecta y una cena de 4 tiempos servida en la mesa para la familia. Y quizás esto no te lo digan así tan directo; pero siempre hay comentarios en nuestro entorno que nos hacen sentir que como mujeres estamos fallando.
Para nosotras como mujeres es importante reconocer que no podemos con todo; que si bien puedes amar a tu familia, está bien no ser el ama de casa perfecta, que está bien tener opiniones, vivir todas las emociones, desde la felicidad hasta el enojo y decir lo que piensas, o no querer usar tacones y maquillaje todos los días... Porque todas somos diferentes y lo que quieres tú para tu vida no es lo mismo que quiere otra persona.
La inseguridad: Según estadísticas, una de cada tres mujeres son víctimas de violencia de género y abuso sexual, en México se reportan 10 feminicidios diarios y de nada sirve ser empoderadas, independientes, fuertes, valientes, cuando eso no es suficiente para sentirnos seguras. Solo por el hecho de ser mujer somos vulnerables.
Estoy segura de que todas en algún momento hemos sentido miedo cuando estamos solas en la calle, en algún estacionamiento, o en altas horas de la noche, porque sentimos que podemos convertirnos en víctimas o en parte de las estadísticas. Y es un problema con el que tenemos que vivir constantemente.
Los cuidados y responsabilidades del hogar: Se espera que las mujeres sean quienes se hagan cargo del cuidado de los hijos; que los bañen, los alimenten, los eduquen y es tan común que este rol sea de la mamá, que cuando hay un hombre cumpliendo con su rol de papá, no solo de forma económica, sino afectiva, la sociedad lo aplaude por estar cumpliendo con su responsabilidad. Sin embargo; cuando mamá trabaja, aporta económicamente al hogar y cumple con su responsabilidad afectiva; si no está todo el día con sus hijos entonces se le señala por no hacer suficiente y no ser la super mamá que dicta la sociedad.
Esto es muy limitante para todas, porque el mensaje que recibimos es que no podemos ser otra cosa, que nada va por encima del rol como mamá y que hay que sacrificar todo en nuestra vida por nuestros hijos. Cuando, por el contrario; antes de ser madres, somos mujeres, somos personas y tenemos necesidades que no se llenan solo con tener hijos y nuestra felicidad los impacta a ellos directamente.
Ser vulnerable es una debilidad: Como mujeres, a diferencia de los hombres, siempre se nos ha permitido llorar, ser sensibles, ser maternales, románticas, emocionales… Sin embargo, esto a lo largo de los años se empezó a asociar como una debilidad, especialmente en lugares de trabajo, en donde se creía que por ser más sensibles, las mujeres no podían tomar decisiones racionales o ejecutar acciones difíciles porque nuestros sentimientos no lo iban a permitir.
Y muchas mujeres empezamos a asociar esas emociones como algo negativo y empezamos a construir una coraza de ser las más fuertes, las más independientes y estamos en esa dualidad constante. Cuando, por el contrario, esa vulnerabilidad ha probado ser muy efectiva al momento de tener posiciones de liderazgo, porque nos hace líderes más empáticas y podemos analizar mejor los resultados a largo plazo.
Entonces, en lugar de tratar de esconder o combatir esa vulnerabilidad, vamos a abrazarla e invitar a los caballeros a que abracen la suya también. No es sinónimo de debilidad, es lo que nos hace humanos.
Los juicios de otras mujeres: El enemigo más fuerte de una mujer es usualmente otra mujer, porque juzgamos a otras en base a nuestras creencias y nuestras propias limitantes. En vez de apoyar a aquella mujer que emprende, o que sale a la calle y no tiene miedo a llamar la atención, las juzgamos; y en vez de enfocarnos en todo lo que está haciendo bien, la criticamos por todo lo que está haciendo mal.
Porque en vez de apoyar a las víctimas de abuso, las señalamos por cómo estaban vestidas o dónde estaban cuando les ocurrió. Porque en lugar de apoyar a la mujer trabajadora, la señalamos por no estar pendiente de sus hijos, o juzgamos a la que no quiere tener hijos porque no está cumpliendo con su deber como mujer.
Las mujeres solo lograremos una verdadera igualdad cuando nos abracemos entre nosotras y nos apoyemos independientemente de la decisión que tome cada una.
Si bien puede ser un poco controversial hablar de este tema y habrá quienes estén a favor o en contra de la palabra “feminismo”, se trata de situaciones que vivimos diariamente que nos alejan de vivir en una sociedad más equitativa tanto para hombres como mujeres. Y es importante visibilizarlo.
¿A qué otro reto nos enfrentamos hoy en día las mujeres?
Besos,
Inspírate Latam
Tags: Mujeres , retos de ser mujer, feminismo , empoderamiento, mujer de hoy,
Escribe la vida que deseas y organízate para lograrla. Recuerda que tu marca personal es la marca más importante de todas.
IR A TIENDA¡Inspirando a mujeres a organizarse para su Proyecto de Vida!
© 2021, Sheldry Saez | Todos los derechos reservados.
Sitio web desarrollado por MiGuayaba.com